El pasado miércoles, 19 de mayo, el equipo de gobierno municipal recepcionaba las obras del espacio escénico de la localidad tosiriana. De esta forma, se da el primer paso para acabar con uno de los culebrones más longevos y que más polémica ha levantado en los últimos años. La intención del equipo de gobierno de Izquierda Unida es abrirlo al público durante la feria de San Pedro, a finales del mes de junio, “para que el pueblo de Torredonjimeno pueda comprobar qué tenemos allí”, explica el primer edil, Cosme Moreno. Será una apertura simbólica porque la inauguración oficial con la celebración de actividades culturales tendrá que esperar los pertinentes permisos administrativos. Circunstancia que no ocurrirá, como muy pronto, hasta el próximo otoño.
Con la recepción de las obras no han terminado los trabajos en el edificio. Ahora toca remozar unas instalaciones que han estado cerradas durante algo más de seis años. “Por eso surgen problemas. Hay que realizar diversas reparaciones y una limpieza a fondo. Por poner sólo un ejemplo han aparecido diversas goteras y una de ellas ha dañado el motor del ascensor”, asegura Moreno.
Atrás quedan innumerables problemas surgidos desde que hace más de 12 años, en la etapa de Miguel Anguita (IU) como alcalde de Torredonjimeno, se iniciara el proyecto de construcción del teatro municipal. Desde entonces, cuatro ediles se han topado con infinidad de complicaciones para finalizar las obras. El actual equipo de gobierno se puso como principal objetivo desbloquear un proyecto que sumaba algo más de cuatro años paralizado.
En octubre de 2007, tras la visita a la localidad tosiriana de la empresa constructora, se modificó el contrato en Junta de Gobienro y el proyecto fue visado por el colegio de arquitectos.
Así las cosas, tardaron casi dos años en salir del pozo, superando la falta de coordinación y las diferencias surgidas entre las tres administraciones implicadas en el proyecto (Ayuntamiento, Diputación Provincial y Junta de Andalucía). Incluso hubo que resolver nuevos obstáculos como la necesidad de cambiar toda la instalación eléctrica, lo que supuso un nuevo desembolso de 130.000 euros.
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