Miércoles Santo tosiriano

Dos hermandades realizaron su estación de penitencia en la noche del Miércoles Santo tosiriano. A las 20:30 horas se abrían las puertas del Convento de las Madres Dominicas para dejar salir a una Madre que, desconsolada, va a buscar a su hijo preso, que la espera impaciente en la iglesia de San Pedro para recorrer las calles de la ciudad. El emotivo encuentro entre la Virgen del Rosario y Jesús Preso, uno de los instantes mágicos de la Semana Santa de Torredonjimeno, tuvo lugar pasadas las 21:30 horas, a las puertas de la iglesia de San Pedro. En ese momento el silencio se apodera de la plaza y sólo el crujir de las maderas a modo de llanto rompe el silencio respetuoso. Las dos imágenes se lanzan miradas cómplices.

La imagen de Jesús Preso fue realizada por Francisco Palma Burgos, que despoja a este Cristo de sus vestiduras, dejando su torso al descubierto y alargando la parte superior de la túnica a modo de falda que se prolonga hasta los pies estilizando la silueta. El aspecto doliente del martirio y la inclinación del torso en un gesto de abatimiento son rasgos muy llamativos. Por su parte, Nuestra Señora del Rosario es obra de Manuel Salvatierra. Es una virgen de facciones maduras, sin los convencionalismos que caracterizan a las dolorosas y sin gesticulación alguna. Una imagen sumida en profundas meditaciones, no enturbiadas por la presencia de atributos de la Pasión.

Con el paso de Cristo el acompañamiento musical corrió a cargo de la Agrupación Musical ‘Jesús Caído’ de Montoro y con el paso de palio la Asociación Cultural ‘Banda de Música’ de Torredonjimeno.
En el apartado de innovaciones destacar el conjunto de diez túnicas nazarenas para mayores y cinco báculos nuevos.

El Huerto
Instantes antes ha iniciado su estación de penitencia la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Orando en el Huerto y María de la Fe y el Amor. En el reloj de la cercana torre del Ayuntamiento suenan nueve campanadas y la plaza de San Pedro se encuentra repleta de fieles que aguardan, nerviosos, la salida de un paso que muestra el momento cumbre de la pasión, cuando Jesús se muestra más hombre que nunca y pide que sea apartada la responsabilidad de salvarnos. Un hombre con los labios entreabiertos, que da la impresión de que está hablando en ese mismo instante con él. Detrás aparece la Madre que, llena de amor, y portada por otras mujeres sigue de cerca de su hijo.

En el paso del Cristo se representa el momento en que Cristo se encuentra orando al Padre en el huerto de Getsemaní. Le acompaña un ángel que le reconforta. Las imágenes fueron esculpidas por José Zamorano Martínez. En el segundo paso aparece María Santísima, obra del sevillano Antonio Borrego, encarnando las virtudes teologales de la Fe y el Amor.

En el paso de misterio, el acompañamiento musical corrió a cargo de la Banda de Cornetas y Tambores ‘Monte Calvario’ de Martos y para el paso de palio la Banda de Música de Lopera.

En cuanto a las innovaciones de este año hay que destacar el juego de jarritas delanteras en alpaca plateada, para el paso de Palio y la imagen de San Juan realizada por Antonio Lozano.